martes, 21 de mayo de 2013



El VPH, en la región perineal se comporta como un agente de transmisión sexual que produce lesiones verrugosas en la región ano-vulvar y lesiones planas, asintomáticas, no evidenciables a simple vista en el canal anal y cuello uterino; la manifestación clínica puede ser inexistente o presentarse tardíamente de manera que no podemos establecer en qué momento se adquirió la infección. La infección por VPH se comporta como el principal precursor del cáncer de cuello uterino y de canal anal.
No existe tratamiento para el virus en sí. Sin embargo, la mayoría de las infecciones con el VPH desaparecen con la ayuda del sistema inmunológico del cuerpo.
Aunque el VPH en sí no puede ser tratado, los cambios celulares causados por una infección con VPH pueden ser tratados. Por ejemplo, las verrugas genitales pueden ser tratadas. Los cambios celulares precancerosos causados por el VPH se pueden encontrar mediante pruebas de Papanicolaou y ser tratados. Además se pueden tratar los cánceres de cuello uterino, los anales y los genitales.

¿Qué hacer entonces con el diagnóstico de VPH?
Lamentablemente es una enfermedad que no se puede curar pero si controlar, por lo tanto depende de ti y de nosotros llevarlo a cabo.
El paciente deberá hacer lo siguiente:
  1. Acudir con el médico especialista y seguir las instrucciones.
  2. Buscar ayuda en tu entorno familiar o ayuda profesional (por ejemplo un psiquiatra). No te quedes sólo y busca alguien en quien puedas confiar.
  3. Los pacientes diabéticos y con HIV+ son más susceptibles de recaídas por lo que deben cuidarse más: llevar una dieta sana, no desvelarse, alimentación adecuada, no tabaco ni alcohol, tener una pareja fija, dormir el tiempo necesario, llevar sus controles, etc.
  4. No tengas pena ni miedo de acudir al médico, ni dejes el manejo de tu enfermedad  a  orientaciones no profesionales.
  5.  
El especialista deberá realizar lo siguiente:
  1. Historia clínica y exploración ano perineal (revisión por fuera).
  2. Realizar anoscopia y/o rectosigmoidoscopia (revisión interna del ano y recto).
  3. Tomar una muestra para realizar una biopsia (estudio de la piel para descartar datos de malignidad y verificar la infección por VPH).
  4. Llevar acabo estudio de biología molecular para determinar el tipo de VPH que se tiene y  ver si existen más de uno,  ya que no es raro encontrarlos asociados.
  5. Solicitar otros estudios: VIH (SIDA), VDRL, Glicemia.
  6. Orientar sobre las opciones del tratamiento.


Como se trata de un virus de transmisión sexual,  uno de los cuidados  y forma de prevención es el uso del preservativo, sin embargo esto no te protege al 100%. Lo mejor es tener sólo una pareja sexual y  acudir con el especialista continuamente.


Dr José De Franca
Cirujano Coloproctólogo
0416 6444563

sábado, 11 de mayo de 2013



INFECCIÓN POR VPH
(Segunda Parte)

DIAGNÓSTICO
El diagnóstico es clínico por la característica apariencia papilomatosa de las lesiones. El examen mediante anoscopia es esencial para detectar las lesiones intraanales. Debido a que la mayoría de los casos son consecuencia de contacto sexual tras un periodo de incubación de uno a 6 meses, debe descartarse la coexistencia de algún otro tipo de ETS. Mediante la aplicación de ácido acético al 5%, las lesiones de HPV toman un color blanco grisáceo por algunos minutos. Algunas Verrugas pueden presentar superficie escamosa lo que suele corresponder a neoplasia intraepitelial.

       Mediante la observación con lente de aumento pueden diferenciarse de otras condiciones fisiológicas o patológicas (Ej. condilomas planos o papilomas hirsutoides). El diagnóstico puede confirmarse por biopsia. Hasta el momento, no existen datos que sustenten el uso rutinario de análisis específicos de ácidos nucleicos de HPV para el diagnóstico o el tratamiento de las Verrugas.
Dentro de las localizaciones, las Verrugas pueden manifestarse en los genitales externos (pene, vulva, escroto, perineo y piel perianal), cervix, vagina, uretra, ano y boca. Las verrugas intra anales aparecen predominantemente en pacientes que han mantenido sexo anal receptivo, a diferencia de las perianales, que pueden producirse sin antecedentes de sexo anal.
       El condiloma gigante (Buschke-Lowenstein) es una entidad infrecuente, asociada con HPV 6 y 11 y se caracteriza por un crecimiento agresivo. Presenta una estructura histológica compleja con áreas de condiloma asociadas con focos de células atípicas y carcinoma escamoso bien diferenciado. El diagnóstico de Buschke-Lowenstein requiere generalmente múltiples biopsias y técnicas de imagen como tomografía computada o resonancia magnética para su evaluación.





TRATAMIENTO
       El objetivo primario del tratamiento es la eliminación de las Verrugas sintomáticas. En la mayoría de los pacientes, el tratamiento puede inducir períodos libres de lesiones. Es difícil determinar si el tratamiento puede disminuir la transmisión del virus. Los datos existentes indican que las terapias disponibles para las verrugas pueden reducir, pero probablemente no erradican la posibilidad de contagio. No existe evidencia definitiva que demuestre que alguno de los tratamientos disponibles es superior a otros, y tampoco existe un tratamiento ideal para todos los pacientes.  Los factores que pueden influir en la selección del tratamiento incluyen el tamaño, número y morfología de las lesiones, el sitio anatómico afectado, la preferencia del paciente, el costo del tratamiento, la conveniencia, los efectos adversos y la experiencia del profesional. Muchos pacientes requieren más que un tratamiento único. En general, las verrugas localizadas en superficies húmedas y/o en áreas intertriginosas responden mejor al tratamiento local que las que se presentan en superficies secas. Debido a las dificultades existentes, en algunos centros se emplean tratamientos combinados (Ej el uso simultáneo de dos o más modalidades sobre la misma verruga o al mismo tiempo). El listado completo de las opciones evaluadas se describe en la Tabla. En las secciones subsiguientes debe tenerse en cuenta que los niveles de evidencia (I, II, III y IV) y grados de recomendación (A, B, C, y D) se consideran en orden decreciente, por ejemplo A indica mayor grado de recomendación que B.

       En la actualidad, el manejo se puede clasificar en: I) Quirúrgico, II) farmacológico y III) de inmunoterapia; el tratamiento no es uniforme y debe ajustarse de acuerdo con el cuadro clínico y con el número y tamaño de las lesiones, por lo que con frecuencia se aplican tratamientos combinados.

I. Tratamiento Quirúrgico:
       El tratamiento quirúrgico se prefiere en lesiones de mayor tamaño; entre las técnicas más utilizadas se encuentran la escisión quirúrgica, la electrofulguración con electrocauterio y la vaporización con láser de CO2 .
a) La escisión quirúrgica (Ib, A) se prefiere en pacientes con condilomas de gran tamaño o numerosas lesiones. En verrugas de más de diez milímetros de diámetro, la escisión quirúrgica debe considerarse como la primera opción de tratamiento. La técnica se realiza de preferencia con tijeras pequeñas debido a que resulta más útil porque limita y minimiza el daño en la piel sana intervenida y además provee de tejido para diagnóstico histopatológico. La escisión quirúrgica ha mostrado una menor tasa de recurrencia en comparación con otras técnicas como la vaporización con láser de CO2. Los pacientes inmunocomprometidos, principalmente VIH-seropositivos, presentan mayores tasas de recurrencia con esta técnica.
b) La electrofulguración con electrocauterio es una técnica ampliamente utilizada que ha mostrado ser muy efectiva y que se asocia con una menor tasa de recurrencia, sobre todo cuando se combina con la escisión quirúrgica de las lesiones. Se debe tener especial cuidado de no dañar la piel sana alrededor de las lesiones, sobre todo cuando éstas se encuentran dentro del canal anal, ya que existe el riesgo de quedar con una estenosis.
c) La vaporización con láser de dióxido de carbono (CO2) (IIa, B)es efectiva, ya que permite un control más preciso de la profundidad de destrucción de la lesión, pero su principal limitación es el costo elevado del equipo y no ofrece beneficios adicionales. Ya sea con electrofulguración o con cirugía láser de CO2 , los vapores generados deben ser aspirados continuamente debido a que contienen partículas virales viables, por lo que además es necesario utilizar protección ocular y mascarilla.

II. Tratamiento farmacológico
      Dentro de la terapia farmacológica se encuentran las sustancias cáusticas como la podofilina (IV, C),  la podofilotoxina y el ácido tricloroacético. La podofolina es un producto extraído de la mandrágora Podophylium peltalum y posee un efecto citotóxico al inhibir la mitosis celular de la lesión. Por su bajo costo ha seguido siendo útil para erradicar las verrugas anogenitales. En verrugas anorrectales pequeñas, la podofilina se debe usar bajo supervisión médica por el riesgo de provocar quemaduras en tejido sano e infección sobreagregada; si se aplica en el canal anal puede producir cicatrización con estenosis. Una pequeña cantidad debe ser aplicada a cada verruga y dejada secar sobre la lesión. El tratamiento puede ser repetido semanalmente si es necesario. La seguridad del podofilino durante el embarazo no ha sido establecida, por lo cual no se utiliza. La tasa de recurrencia es de aproximadamente 40%.
       En el caso de la podofilotoxina (Ib, A), que es el principal constituyente de la resina de la podofilina, en concentraciones menores al 0.5% es menos agresiva sobre la piel sana y a diferencia de la podofilina, no produce displasias en tratamientos prolongados, que histológicamente son difíciles de diferenciar de un carcinoma. Se debe aplicar dos veces por día durante tres días, seguido por 4-7 días sin tratamiento. Este ciclo puede ser repetido, si es necesario, hasta cuatro veces. La seguridad de podofilox durante el embarazo no ha sido establecida.  Las recidivas se producen en un 7-38%
 El imiquimod (Ib, A) es un producto tópico inmunomodulador con actividad antiviral, ya que induce la formación de citocinas en el sitio de la lesión, entre ellos el interferón α. Existe también la presentación en supositorios en algunos países para manejo del condiloma del canal anal. Los pacientes deben aplicarse imiquimod 5% crema una vez por día al acostarse, tres veces por semana por hasta 16 semanas. El área de tratamiento debe lavarse luego de 6-10 horas. La seguridad de imiquimod durante el embarazo no ha sido establecida. Son comunes las reacciones inflamatorias las que usualmente son de leves a moderadas, aunque pueden llevar a la suspensión del tratamiento. La recidiva varía del 6 al 19% a 3 meses de seguimiento. Se recomienda en lesiones pequeñas o después de la escisión quirúrgica del condiloma, aplicándolo sobre el área cicatrizada.
       El ácido tricloracético (Ib, A) es un agente cáustico que destruye las verrugas por coagulación química de las proteínas  y debe ser aplicado sólo en las lesiones dejándolo secar, en este tiempo se desarrolla un color blanco. Si se aplicó una cantidad excesiva, el área tratada debe ser cubierta con talco, bicarbonato de sodio o jabón líquido para remover el ácido que no reaccionó. Si el dolor es intenso, el ácido puede ser neutralizado. El tratamiento puede repetirse semanalmente si es necesario. Pese a que estas preparaciones son ampliamente usadas, no han sido completamente estudiadas. Las soluciones de TCA tienen una baja viscosidad comparada con el agua y pueden extenderse si se aplican en forma excesiva pudiendo dañar dañar áreas adyacentes

III. Inmunoterapia
       En la modalidad terapéutica con inmunoterapia, contamos con la vacuna y el interferon. En la actualidad existe la vacuna contra el VPH cuyo principal objetivo está encaminado a la prevención del cáncer cervicouterino y no existen reportes recientes sobre su uso profiláctico en condilomatosis perianal. El interferón (IV, C) puede administrarse, ya sea de forma sistémica o intralesional, mostrando mayor efectividad cuando se inyecta directamente en las lesiones. Las tasas de recurrencia son comparables con otras modalidades de tratamiento. Debido a su elevado costo y a la presentación frecuente de efectos adversos sistémicos, el uso de interferón debe considerarse como una última opción de tratamiento, sobre todo para condilomas recalcitrantes o en aquellas lesiones crónicas que no responden a las demás opciones terapéuticas.





Dr José De Franca
Cirujano Coloproctólogo
0416 644 45 63
Se muestran niveles de evidencia , entre paréntesis

sábado, 4 de mayo de 2013


CONDILOMA PERIANAL: Infección por VPH 
(I parte)









El condiloma es la enfermedad de transmisión sexual (ETS) más  frecuentes en la consulta coloproctológica y consisten en lesiones verrucosas múltiples, de diferentes tamaños, que asientan en las regiones urogenial y anorrectal.  El periodo de incubación promedio varía de uno a 6 meses El agente causal es el virus del papiloma humano (VPH), existiendo más de 100 subtipos, algunos de ellos con potencial oncogénico (subtipos 16, 18, 31, 33, 35) lo cual explica el proceso de malignización del condiloma a cáncer de células escamosas. Las lesiones pueden aparecer en piel y mucosas, y esto explica la aparición de verrugas en la boca, región perineal, tracto urogeniatal, margen anal, ano y recto. Se ha señalado una fuerte relación entre la condilomatosis perianal y la práctica del sexo anal. El contacto sexual anal puede introducir el virus y el traumatismo local concurrente debilitar las defensas locales. En los casos en que no hubo contacto sexual se relaciona con el uso del sauna,  sudoración profusa, una higiene inadecuada y tratamientos inmunosupresores. Actualmente el tratamiento puede ser farmacológico, quirúrgico o inmunoterápico, siendo mucho más efectiva la combinación de varios métodos. Después del tratamiento debe existir un seguimiento frecuente, ya que la tasa de recurrencia es muy alta, sobre todo durante los primeros tres meses.


ETIOLOGÍA
El agente causal del condiloma acuminado es el virus del papiloma humano presente en las enfermedades de transmisión sexual, siendo oncogénico en los subtipos 16, 18, 31, 33 y 35, con riesgos malignización. El periodo de incubación para este virus varía de uno a seis meses, pudiendo ser más prolongado. Algunos autores consideran el cáncer anal y el cáncer de cuello uterino como una enfermedad de transmisión sexual, causada por el virus del papiloma humano.


PREVALENCIA
El condiloma acuminado perianal se presenta en hombres y mujeres heterosexuales, aunque con mayor frecuencia en pacientes  homosexuales del sexo masculino existiendo grupos de población de mayor riesgo como lo son los pacientes con inmunosupresión asociada al virus de inmunodeficiencia humana. La penetración anal puede ser el mecanismo más común de transmisión. En Estados Unidos el condiloma acuminado es la enfermedad viral sexualmente transmitida más común con un millón de nuevos casos reportados por año.
La edad promedio es de 18 a 28 años. La transformación del condiloma a cáncer anal es más frecuente en los pacientes seropositivos en un 61%

PATOLOGÍA
El condiloma acuminado varía en tamaño, desde una cabeza de alfiler hasta grandes masas similares a una coliflor. La superficie se presenta con proyecciones rosadas o blancas. Las verrugas individuales pueden ser sésiles o pediculadas pero casi siempre múltiples. En ocasiones puede extenderse circunferencialmente produciendo acúmulos que cubren la región perianal y se denominan Tumor de Buschke Lowenstein. Debido a la humedad y calor en la región anal, las verrugas pueden producir un exudado irritante de olor desagradable; las verrugas son frágiles y pueden sangrar. Se ha observado que estas características se acentúan en el paciente con VIH ya que presentan lesiones friables, muy vascularizadas y de crecimiento rápido.
A nivel microscópico, pueden presentarse grados de displasia que progresan a carcinoma de células escamosas. El estudio histopatológico de la biopsia determina el grado de displasia: células poligonales con núcleos grandes hipercromáticos, pérdida de la relación núcleo-citoplasma, mitosis en mayor número y citoplasma eosinófilo, sustituyen al epitelio de origen en más del 50% del espesor sin ruptura de membrana basal. En base a la clasificación de Bethesda, las lesiones de alto riesgo se relacionan con el VPH subtipos oncogénicos: 16, 18, 31, 33, 35, 39, 45, 51, 52, 56 y 58. La infección persistente por VPH de alto riesgo y que no desaparece durante años, aumenta el riesgo de desarrollar malignidad. Las lesiones de bajo riesgo para desarrollar  cáncer son producidas por subtipos de VPH como son: 6, 11, 40, 42, 53, 54 y 57.


CUADRO CLÍNICO 
Los pacientes con condiloma acuminado pueden tener escasos síntomas. La mayoría nota la presencia de las lesiones verrucosas.  Dos tercios de los pacientes experimentan prurito anal, la mitad sangrado durante la defecación, en algunos casos se quejan de humedad del ano y muy pocos refieren dolor. La intensidad de la sintomatología también depende del tamaño de las lesiones y de la afección al canal anal.







 Dr José De Franca
Cirujano Coloproctólogo
0416 64444563


miércoles, 1 de mayo de 2013


URGENCIAS PROCTOLOGICAS III:

Absceso Anorrectal (Perianales):

El absceso anorrectal es la colección de pus entre el canal anal y los espacios del ano y del recto y es originada principalmente por la infección de una glándula anal (teoría criptoglandular), aunque pueden presentarse causas secundarias en menor porcentaje.  Los abscesos  y las fístulas perianales son distintas manifestaciones de un mismo problema. En general, afecta a adultos entre 20 y 60 años y es más frecuente en hombres que en mujeres. La mitad de los pacientes con abscesos perianales desarrollarán fístulas perianales.

Existen diferentes espacios en el ano que pueden llenarse de pus (interesfinteriano, supraeelevador, isquiorrectal, perianal y submucoso). El conocimiento anatómico y detallado de estos espacios permitirá no solo el mejor tratamiento, sino además el diagnóstico y la clasificación los abscesos perianales.

Clasificación etiológica de los abscesos perianales
Criptoglandular (no específico) 90%
Secundarios (10%)
·         Infecciones: linfogranuloma, tuberculosis, gonorrea
·         Enfermedad inflamatoria: colitis ulcerativa, enfermedad de Crohn
·         Traumas: empalamiento, penetración, cuerpo extraño, fisura anal
·         Malignos: carcinomas, leucemias



Clínica:

Los síntomas más frecuentes son el dolor y la tumoración perianal, que se inicia varios días antes de la consulta. El dolor es tan intenso y puede empeorar con la tos, pujo y defecación. También puede haber fiebre y drenaje de contenido purulento. El tacto rectal suele ser doloroso, en algunas ocasiones puede evidenciarse fluctuación o induración

El diagnóstico es esencialmente clínico. El tacto rectal es tan doloroso que puede requerir anestesia para realizarlo. Los estudios de laboratorio pueden revelar leucocitosis y neutrofilia. En casos seleccionados puede recurrirse a un estudio ecográfico transanal o perineal para evidenciar la colección purulenta.


Las complicaciones suelen ser mayores en pacientes inmunosuprimidos o diabéticos, con extensión de la infección a través de las fascias (por ejemplo gangrena de Fournier) o producir cuadros sépticos.



Tratamiento:

El tratamiento SIEMPRE es quirúrgico, con la realización del drenaje del absceso. La incisión y el desbridamiento del absceso debe realizarse inmediatamente posterior al diagnóstico. La incisión se hará lo más próximo al ano y radiada. El empleo de antibióticos NO es sustituto del tratamiento quirúrgico.

Debe acudir aconsultaconunmédicoespecialistaenColoproctología paratenerundiagnósticocerteroytratamientoapropiado


 Dr José De Franca
Coloproctólogo

04166444563