viernes, 18 de mayo de 2012



¿Por qué comer una manzana diariamente?
La manzana es una de las frutas que podemos disfrutar en casi todas las épocas del año. Un 85% de su composición es agua, por lo que resulta muy refrescante e hidratante. Sus azúcares, están compuestos en mayor parte de fructosa (azúcar de la fruta) y en menor proporción, glucosa y sacarosa, de rápida asimilación en el organismo, son los nutrientes más abundantes después del agua.
En pequeña cantidad posee Vitamina E y Vitamina C. Es rica en fibra, que mejora el tránsito intestinal y entre su contenido mineral sobresale el potasio y el hierro, aunque en pequeña proporción. La vitamina E posee acción antioxidante, interviene en la estabilidad de las células sanguíneas (glóbulos rojos) y en la fertilidad. El potasio, es un mineral necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso y para la actividad muscular normal, interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
Para que fundamentes el consumo de la misma una vez por día, te damos varias razones para comer una manzana, una fruta muy noble que puede brindar grandes beneficios a la salud del organismo, además de ofrecer un exquisito sabor al paladar.
§  Brinda gran sensación de saciedad, y más aún si la consumimos con cáscara, lo cual puede ser una valiosa ayuda para perder peso.
§  La manzana es rica en pectina, una fibra soluble que permite absorber el colesterol y estabilizar los niveles de glicemia
§  Regula la actividad intestinal: por una parte tiene un efecto laxante por la fibra, el azufre, la fructosa y el sorbitol. Por otra parte su contenido en zinc y ácido gálico ejerce propiedades astringentes.
§  Contribuye a la limpieza de los dientes, ya que al consumirla debemos masticar cada bocado y éstos, permiten eliminar las partículas pequeñas de las piezas dentales. Además del efecto bacteriostático de la quercetina.
§  Es rica en quercetina, un flavonoide que tiene efectos antioxidantes, protege las células del organismo y ayudan a prevenir el cáncer. Estudios hechos en Japón, muestran que la pectina de la manzana, en pacientes con riesgo de cáncer de colon, es un buen preventivo y aún en personas diagnosticadas, o intervenidas, puede evitar las recidivas
§  Tiene efecto colerético (mejora producción de bilis en el hígado). Estudios realizados en la Universidad de Toulouse, Francia, señalan que la manzana es un colerético, que descongestiona el hígado, reduciendo la tendencia a formar cálculos biliares. También es recomendable en casos de hepatitis crónica, hígado graso y cirrosis hepática.
§  Es rica en Boro, mineral que participa en numerosas funciones del organismo, entre ellas, facilita la asimilación del calcio y magnesio, lo que podría ser un factor de prevención de osteoporosis.
§  Es una fruta rica, versátil, fácil de trasladar y que puede incorporarse a preparaciones dulces, saladas, cocidas o crudas.

Incorpora una manzana al día, en formas y platos variados, con la concha, para que disfrutes de una fruta con muchas ventajas! 


Dr José De Franca
Cirujano Coloproctólogo
04166444563

FISURA ANAL
¿Qué es la fisura anal?
La fisura anal es un desgarro en el revestimiento epitelial del canal anal, semejante a una  úlcera, que afecta a hombres y mujeres por igual  y  ocasiona grandes molestias por el dolor intenso pese a su pequeño tamaño. Pueden evolucionar en forma aguda o crónica.
¿Cuáles son sus causas?
El estreñimiento y la baja ingesta de fibras son factores claves en la aparición y el mantenimiento de la fisura anal, ya que se asocian a la reiteración del traumatismo sobre el canal anal. Sin embargo, algunos pacientes pueden presentar fisura anal posterior a evacuaciones diarreicas por el efecto irritativo de las heces líquidas.
La fisura anal también se puede evidenciar en estenosis anales posteriores a cirugías del ano, que se acompañan de fibrosis y falta de elasticidad del anodermo. En algunas mujeres pueden aparecer fisuras por el trabajo de parto. Cualquier motivo que pueda predisponer o disponer a la mucosa del ano a un traumatismo (paso de heces muy sólidas, diarreas muy líquidas e irritantes, tratamientos quimioterápicos, otras alteraciones anales previas como hemorroides, sexo anal, etc.) puede influir en la aparición de una fisura anal.
El dolor producido por la ulcera desencadena una contracción refleja de la musculatura anal y una disminución de la irrigación, lo cual impide una correcta cicatrización de la fisura y una perpetuación de esta enfermedad. Por este motivo, los tratamientos aplicados van dirigidos a vencer esta contractura o hipertonía muscular.
¿Cuáles son sus síntomas?
La fisura anal se caracteriza fundamentalmente por el intenso dolor que aparece con la defecación, de duración variable, con espasmo notable del esfínter anal. En algunas ocasiones puede presentarse un sangramiento escaso, posterior a la defecación. Además, en ocasiones, también se asocia con la presencia de prurito o escozor en el ano y sensación de ano húmedo.
La forma crónica de la fisura anal, se caracteriza por el mantenimiento a lo largo del tiempo, del dolor a la evacuación, que puede ser en forma continua, pero que con mayor frecuencia es referido por el paciente que evoluciona en forma de crisis.
La localización típica de estas úlceras es en el margen anal posterior y anterior, de modo que ante una úlcera anal de localización atípica (márgenes laterales del ano) o que curse de forma indolora se ha de descartar que no se deba a otras causas como la enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa), sífilis, herpes o úlceras tumorales.
¿Cómo se diagnostica?
Después de la evaluación, el coloproctólogo llegará al diagnóstico: el dolor referido por el paciente durante la defecación y la visualización de una lesión ulcerosa en el canal anal.
Se debe establecer diagnósticos diferenciales ante la presencia de dolor y úlceras, como por ejemplo la enfermedad hemorroidal trombosada, el absceso perianal, enfermedad inflamatoria intestinal o tumores del canal anal.  Ante una úlcera anal en una localización anómala o que presente una sintomatología atípica es recomendable la realización de pruebas que descarten otras posibles causas antes mencionadas: colonoscopia, cultivo microbiológico  o biopsia si es preciso.
¿Qué debe hacer el paciente?
Lo primero que debe hacer el paciente es buscar ayuda profesional. El médico le hará recomendaciones para evitar el estreñimiento mediante una dieta rica en fibra y con abundante líquido. En algunas ocasiones el coloproctólogo prescribirá medicamentos que favorecen la realización de heces blandas. Así mismo, se recomienda  realizar baños de asiento con agua tibia durante 10-15 minutos después de cada deposición y realizar aseo con agua (evitar el uso del papel higiénico).
¿Cuál es el tratamiento?
Es frecuente que los pacientes se apliquen tratamientos tópicos a base de pomadas o cremas que contengan anestésicos locales, antiinflamatorios (corticoides etc.) que puede producir un alivio inmediato pero que favorece la aparición de la forma crónica de la fisura, por lo que no son recomendables.
Existe suficiente evidencia médica para recomendar la colocación tópica de compuestos a base de nitroglicerina, toxina botulínica y bloqueadores del canal de calcio. Sin embargo, algunos de esos medicamentos pueden producir efectos adversos indeseables, como por ejemplo cefalea, que obligan a suspender su uso. Además, el tratamiento médico tiene recurrencias, por lo que hay que aplicarlos en forma consecutiva. Estos tratamientos tienen una efectividad inicial de cerca del 80 por ciento si bien, con el paso del tiempo, ésta efectividad disminuye al 50 por ciento.
Cuando la fístula es crónica o falla el tratamiento médico, se recurre al tratamiento quirúrgico. Mediante éste, se intenta lograr una disminución del tono esfinteriano, a través de una sección controlada de las fibras del músculo esfinteriano, lo que se conoce como esfinterotomía lateral interna. Los resultados de esta intervención son excelentes y la mejoría en la sintomatología prácticamente es inmediata, si bien su carácter irreversible y la posibilidad de incontinencia aconsejan su realización sólo por médicos especialistas.

¿Cuáles son las expectativas del tratamiento?
El único tratamiento con tasas de efectividad cercanas al 98%, es el tratamiento quirúrgico. La recurrencia suele asociarse a la persistencia de los hábitos dietéticos inadecuados o a la presencia de otra causa de fisura que requiere estudios más profundos. Cuando la cirugía es realizada por un especialista, las complicaciones son muy bajas.

¿Se puede prevenir la fisura anal?
Para prevenir las fisuras anales es necesario asegurarse de mantener el área anal limpia y seca, realizar aseo con materiales suaves o con agua, evitar las factores que irriten el canal anal, corregir el problema de estreñimiento y de diarrea.
                
 Dr José De Franca
Cirujano Coloproctólogo

miércoles, 21 de marzo de 2012


Preguntas al especialista
Pregunta: Tengo una tumoración en el ano y es muy dolorosa. ¿Puedo colocarme alguna crema para aliviarla?
Coloproctólogo: Algunas cremas pueden producir una falsa sensación de mejoría temporal pero NO sirven para tratar la enfermedad hemorroidal. El uso indiscriminado puede producir dermatitis por sensibilidad por los anestésicos locales y atrofia cutánea y prurito por los esteroides.

Pregunta: Tengo una hemorroide externa trombosada. Un médico me dijo para hacer la trombectomía. ¿Debo hacerme ese procedimiento?
Coloproctólogo: La trombectomía externa está contraindicada, ya que al realizar una incisión se rompe la barrera protectora que siempre debemos preservar y se crea una puerta de entrada para infecciones. Además hay múltiples trombos que no podrán ser retirados por lo que no garantiza la completa resolución.

Pregunta: Tengo una tumoración desde hace mucho tiempo en el ano, desde hace poco me duele. He ido en varias oportunidades a médicos y me han indicado tratamiento para hemorroides pero no mejoro. ¿Qué debo hacer?
Coloproctólogo: No todas las tumoraciones que salen por el ano son hemorroides. Algunas veces puede tratarse de un cáncer. Usted debe buscar la evaluación inmediata y es probable que requiera biopsia.

Pregunta: Me diagnosticaron enfermedad hemorroidal. ¿Tengo alguna opción médica para tratarlas? Es que me da miedo la cirugía.
Coloproctólogo: Existen medidas dietéticas que mejoran la enfermedad, como por ejemplo incluir fibras y líquidos en la dieta. Sin embargo, algunos cuadros de enfermedad hemorroidal requerirán cirugía, por lo que debe acudir al especialista para decidir y complementar la mejor opción terapéutica.

Pregunta: Me van a operar por enfermedad hemorroidal. ¿Entre las cirugías y las “grapadoras”, cual es la mejor?
Coloproctólogo: Hay indicaciones precisas para cada una de las opciones. La recuperación suele ser más rápida y con menos dolor con las grapadoras circulares para hemorroides pero requieren de la evaluación por el especialista para elegir el procedimiento indicado para su caso.

Dr José De Franca
Cirujano Coloproctólogo

Enfermedad Hemorroidal
La enfermedad hemorroidal es el prolapso variable de las estructuras vasculares y elásticas que recubren el canal anal, compuesta por arteriolas y venas, músculo liso, tejido conectivo y elástico.  Fisiologicamente existen tres paquetes hemorroidales internos: dos derechos y uno izquierdo. Cuando se deslizan pueden engrosarse, prolapsar, congestionarse y sangrar.
La prevalencia es de alrededor el 5%,  con una mayor incidencia a partir de los 40 años.
Existen las hemorroides externas, que se originan del plexo hemorroidal externo y por tanto subcutáneo y por debajo de la línea dentada. Las hemorroides  internas se originan de los plexos hemorroidales superior y medio, por encima de la línea dentada y pueden prolapsarse por el canal anal, en cuatro grados.

Factores predisponentes:
Se ha implicado los siguientes factores: estreñimiento, posición erecta, herencia, incremento de la presión intraabdominal (por ejemplo en el embarazo), factores hormonales, etc. Paradójicamente, la diarrea puede predisponer a la enfermedad hemorroidal.
Formas de presentación clínica:
El síntoma mas frecuente es el sangrado, rectorragia, generalmente sangre roja que mancha el papel o riega la deposición, puede incluso provocar anemia importante. El prolapso de la hemorroides, puede aparecer en grado variable, inicialmente con la defecación agravándose hasta hacerse permanente o irreductible. Ocasionalmente puede producir prurito (picazón), sensación de ano húmedo, ensuciamiento o escape mucoso. El dolor suele asociarse a una crisis hemorroidal aguda.  
La hemorroide externa puede trombosarse, por la formación de coágulos intravasculares, produciendo mucho dolor y cambios de coloración en la zona afectada.
El prolapso hemorroidal interno puede también trombosarse, se edematizan y se tornan muy dolorosas e irreductibles. Puede incluso ulcerarse y necrosarse.
Cómo se diagnostican?
Es fundamental descartar otras patologías durante el interrogatorio y el examen físico, entre ellas el cáncer del recto o ano. El estándar mínimo de exploración incluye el tacto rectal y la realización de una anoscopia. El prolapso mucoso puede confundirse con hemorroides, puede tener los mismos síntomas y los mismos factores desencadenantes. Las papilas anales y los pólipos rectales prolapsados pueden también ser confundidos con hemorroides. Una adecuada exploración, con un médico especializado, permitirá tener el diagnóstico adecuado.

Tratamiento de la enfermedad hemorroidal
La adicción de fibra y agentes formadores de heces, además de una ingesta abundante de líquidos, permiten reducir el esfuerzo a defecar, disminuyendo los síntomas y son de gran utilidad para tratar las hemorroides de primer grado y algunas de segundo grado. En adición, la restricción de alimentos y bebidas irritantes para el recto y canal anal debe ser la norma.
Las cremas y pomadas NO sirven para tratar el sangramiento o el prolapso. Su empleo inadecuado puede ocasionar dermatitis, atrofia cutánea y prurito de difícil tratamiento.
En algunos casos puede emplearse los baños de asiento, que permite relajar el esfínter anal. No se debe permanecer mucho tiempo bajo el agua, para evitar el edema local.
Los venotónicos también se emplean en la enfermedad hemorroidal, al  disminuir la respuesta inflamatoria, mejorando la integridad del endotelio, reduciendo el edema  y aumentando el tono venoso.
El tratamiento mínimamente invasivo y el tratamiento quirúrgico se aplica a los pacientes con hemorroides grado 2, 3 y 4, incluso para las hemorroides externas complicadas. Estos procedimientos incluyen la esclerosis, la ligadura con banda, fotocoagulación, criocirugía. La hemorroidectomía  es un método efectivo para el tratamiento de las hemorroides complicadas, presencia de papila hipertrófica y en los casos de que la enfermedad hemorroidal esté combinada con otras patologías de la región (fisura anal, fístulas, repliegues cutáneos). Con la hemorroidectomía se obtiene muestras para biopsia. La técnicas de hemorroidectomía serán elegidas por el cirujano coloproctólogo de acuerdo al tipo de enfermedad hemorroidal. Hoy en día se emplea dispositivos de grapadoras circulares, que permiten una recuperación rápida y de escaso dolor.

Dr José De Franca
Cirujano Coloproctólogo