Enfermedad Hemorroidal
La enfermedad hemorroidal es el
prolapso variable de las estructuras vasculares y elásticas que recubren el
canal anal, compuesta por arteriolas y venas, músculo liso, tejido conectivo y
elástico. Fisiologicamente existen tres
paquetes hemorroidales internos: dos derechos y uno izquierdo. Cuando se
deslizan pueden engrosarse, prolapsar, congestionarse y sangrar.
La prevalencia es de alrededor el
5%, con una mayor incidencia a partir de
los 40 años.
Existen las hemorroides externas, que
se originan del plexo hemorroidal externo y por tanto subcutáneo y por debajo
de la línea dentada. Las hemorroides
internas se originan de los plexos hemorroidales superior y
medio, por encima de la línea dentada y pueden prolapsarse por el canal anal,
en cuatro grados.
Factores predisponentes:
Se
ha implicado los siguientes factores: estreñimiento, posición erecta, herencia,
incremento de la presión intraabdominal (por ejemplo en el embarazo), factores
hormonales, etc. Paradójicamente, la diarrea puede predisponer a la enfermedad
hemorroidal.
Formas de presentación clínica:
El síntoma mas frecuente es el
sangrado, rectorragia, generalmente sangre roja que mancha el papel o riega la
deposición, puede incluso provocar anemia importante. El prolapso de la
hemorroides, puede aparecer en grado variable, inicialmente con la defecación
agravándose hasta hacerse permanente o irreductible. Ocasionalmente puede
producir prurito (picazón), sensación de ano húmedo, ensuciamiento o escape
mucoso. El dolor suele asociarse a una crisis hemorroidal aguda.
La hemorroide externa puede
trombosarse, por la formación de coágulos intravasculares, produciendo mucho
dolor y cambios de coloración en la zona afectada.
El prolapso hemorroidal interno
puede también trombosarse, se edematizan y se tornan muy dolorosas e
irreductibles. Puede incluso ulcerarse y necrosarse.
Cómo se diagnostican?
Es fundamental
descartar otras patologías durante el interrogatorio y el examen físico, entre
ellas el cáncer del recto o ano. El estándar mínimo de exploración incluye el
tacto rectal y la realización de una anoscopia. El prolapso mucoso puede
confundirse con hemorroides, puede tener los mismos síntomas y los mismos
factores desencadenantes. Las papilas anales y los pólipos rectales prolapsados
pueden también ser confundidos con hemorroides. Una adecuada exploración, con
un médico especializado, permitirá tener el diagnóstico adecuado.
La adicción de fibra y agentes
formadores de heces, además de una ingesta abundante de líquidos, permiten
reducir el esfuerzo a defecar, disminuyendo los síntomas y son de gran utilidad
para tratar las hemorroides de primer grado y algunas de segundo grado. En
adición, la restricción de alimentos y bebidas irritantes para el recto y canal
anal debe ser la norma.
Las cremas y pomadas NO sirven
para tratar el sangramiento o el prolapso. Su empleo inadecuado puede ocasionar
dermatitis, atrofia cutánea y prurito de difícil tratamiento.
En algunos casos puede emplearse
los baños de asiento, que permite relajar el esfínter anal. No se debe
permanecer mucho tiempo bajo el agua, para evitar el edema local.
Los venotónicos
también se emplean en la enfermedad hemorroidal, al disminuir la respuesta inflamatoria,
mejorando la integridad del endotelio, reduciendo el edema y aumentando el tono venoso.
El tratamiento mínimamente
invasivo y el tratamiento quirúrgico se aplica a los pacientes con hemorroides
grado 2, 3 y 4, incluso para las hemorroides externas complicadas. Estos
procedimientos incluyen la esclerosis, la ligadura con banda, fotocoagulación,
criocirugía. La hemorroidectomía es un
método efectivo para el tratamiento de las hemorroides complicadas, presencia
de papila hipertrófica y en los casos de que la enfermedad hemorroidal esté
combinada con otras patologías de la región (fisura anal, fístulas, repliegues
cutáneos). Con la hemorroidectomía se obtiene muestras para biopsia. La
técnicas de hemorroidectomía serán elegidas por el cirujano coloproctólogo de acuerdo
al tipo de enfermedad hemorroidal. Hoy en día se emplea dispositivos de
grapadoras circulares, que permiten una recuperación rápida y de escaso dolor.
Dr José De Franca
Cirujano Coloproctólogo
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